"Mucha Magia y Mucha Suerte Tienen Los Niños Que Consiguen Ser niños..." Eduardo Galeano

viernes, 2 de julio de 2010

17 Mesecitos.

Mi peke, ya tiene diecisiete meses… Ayer los hizo.


Todo un campeón, ya lleva un tiempecito queriéndonos imitar en todo, desde lavarse los dientes, hasta “abrocharme” o lo que haga con los cordones de mis zapatillas… Incluso a ser tan autónomo que intenta vestirse solo, me da las cosas para meter en el lavaplatos, o se niega a darme la mano cuando paseamos… Bueno, y hasta intenta ponerse sus zapatitos o sus pantalones… o hasta peinarse o peinarme…

Me hace mucha gracia cuando sentados en una terracita, él nos dice adiós con la mano y se va hacia algún jardín de tierra o con otros niños…

Como crece, seguro que cuando me quiera dar cuenta, me está pidiendo pasta y las llaves de coche para salir con los colegas… Pero de momento, disfruto día a día con todas sus ocurrencias nuevas y procuramos ni gritarle ni asustarle, que juegue, que experimente, que se caiga corriendo, jugando,… tiene tanto por explorar y aprender…

Lo que llevo mal es verlo “sufrir” por la cantidad de mocos que le está generando los dos últimos colmillitos que le quedan por salir, y entre eso y el calor, se le nota que no está bien al 100%...

Mi peke tuvo un pediatra que decía los niños y los mocos, están siempre unidos, por eso se les llama mocosos. No pasa nada, solo hay que vigilar que no se le bajen al pecho…

Bueno… y así vamos actuando…

Eso no quita, que en cuanto tiene unas décimas y las naricitas, sus mofletillos y hasta los ojos se le llenan de moquetes, por lo que se restriega, no caigamos en la tentación de llevarlo al médico…

Y encima la pediatra que tiene ahora, como que es de receta fácil (los visitadores médicos tienen que estar encantada con ella). Y la verdad soy de los que piensan que con tanto medicamento lo que estamos potenciando es una intolerancia a cualquier dolor o congestión. Los niños también deben aprender a soportar cualquier pequeña molestia respiratoria que pueda molestar… Quizás, deberíamos concienciarnos todos, algunos profesionales y los padres sobre todo que no pasa nada por tener unas décimas de fiebre, un poquito de tos… Que eso es algo muy normal que nos ha pasado a todos desde el principio de los tiempos.

Que no debemos abusar ni de fármacos, ni de prestaciones médicas… Y no estoy hablando de la moda de la medicina alternativa, homeópatas, herbolarios, quiroterapeutas, curanderos…

De lo que hablo es que hay que dejar de usar las medicinas, alternativas o no, para síntomas y situaciones que no la requieren… Ciertos “males” se solucionan con buenas dosis de paciencia, aguante y de –“revisar” el estilo de vida que llevamos… Porque actuando tan dramáticamente, llevando a nuestro pequeño, corriendo al médico, usando tan alegremente fármacos estamos haciendo al niño intolerante a pequeñas molestias y lo que no es menos importante, estamos cayendo en un consumismo absurdo...

... Por no hablar, que a veces actuamos de manera exagerada, ante sintomatologías diversas de nuestros peques, porque quizás, simplemente, estemos llenando de atenciones un posible vacio educativo con nuestros hijos.

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